Kicillof hablará en el cierre del acto y volverá a mostrarse como el opositor número uno al presidente Javier Milei, en medio de la pelea abierta por los 5,8 billones de pesos en recursos que Nación le adeuda a la Provincia. Pero, además, al cumplirse 50 años del paso a la inmortalidad del líder del Justicialismo, seguirá posicionándose para conducir el espacio en medio del proceso de discusión interna que se abrió tras la derrota de 2023. Aunque él esquiva el tema en público, lo cierto es que su entorno, intendentes y también sindicalistas alimentan el operativo para 2027.
La Quinta de San Vicente es un lugar importante para los sentimientos del peronismo, pero también es el escenario en el que salieron a la luz las críticas que generaron una tormenta política que todavía no amaina. El «Cuervo» Larroque fue quien el 13 de abril, en un acto realizado a ocho años de la presentación de la expresidenta Cristina Kirchner en Comodoro Py, acusó a la agrupación fundada por Máximo Kirchner –y de la que él formó parte hasta el año pasado– de no colaborar lo suficiente para la reelección de Kicillof y hasta se mostró en desacuerdo con que la conducción de CFK sea «que tres ñatos te manden un WhatsApp».
Las palabras de Larroque abrieron una seguidilla de cruces con la dirigencia camporista y también de actos a un lado y otro, incluido el de Florencio Varela que cerró Kicillof. Allí no hubo presencia de ningún dirigente alineado con Máximo Kirchner, ni siquiera los ministros que forman parte del gabinete bonaerense como Nicolás Kreplak (Salud), Juan Martín Mena (Justicia), Daniela Vilar (Ambiente) y Florencia Saintout (Cultura). Por eso, el acto de este 1 de julio abre un interrogante sobre si esta vez la tropa alineada con el presidente del PJ bonaerense concurrirá al homenaje o dejará sus sillas vacías.
Desde la organización del acto confirmaron a Tiempo que «toda la dirigencia» peronista fue invitada. Aunque todavía no confirmó su presencia, todo parece indicar que Saintout sí será de la partida esta vez, ya que el Museo está bajo la órbita del Instituto Cultural que ella conduce y que también realizará una actividad institucional en el lugar ese día, según explicaron en su entorno.
Aunque parecía que los ánimos se habían calmado, la tensión volvió a escalar esta semana por el enfrentamiento entre el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi –uno de los que postula a Kicillof– y su par de Quilmes, Mayra Mendoza. Durante un acto en la Gobernación, la camporista le reprochó haber armado un plenario en su distrito, lo tildó de «cagón» y aseguró que esa movida «traería consecuencias».
Ferraresi le contestó en público a Mendoza el viernes al hablar en un nuevo plenario, que lideró esta vez en el distrito de Lanús, gobernado por otro camporista, Julián Álvarez. «Escuchaba a alguien que decía que lo que hacemos nosotros va a traer consecuencias. Y son las consecuencias que estamos buscando», afirmó Ferraresi, en el arranque sin nombrar a su par quilmeña. Y explicó luego por qué cuestiona la hegemonía de La Cámpora en la toma de decisiones políticas y en el proceso de armado de listas, tal como ocurrió en 2023. «Nuestra realidad es que, del año 2009 al 2023, de ocho elecciones perdimos seis, y si no somos capaces de analizar por qué perdemos elecciones es muy difícil que podamos construir un triunfo electoral», dijo.
Tras reivindicar «los 12 maravillosos años» de Néstor y Cristina Kirchner, el intendente llamó a reconstruir el peronismo, a construir nuevas mayorías y volvió a postular a Kicillof. Antes hizo una aclaración, que también sonó como un mensaje para La Cámpora: «Nosotros no le preguntamos a Axel lo que tenemos que hacer, ni él nos dice que es lo que tenemos que hacer. Nosotros, que somos responsables políticos, sabemos que este es el camino que tenemos que tomar». «